Los materiales compuestos, han cobrado especial relevancia en las aplicaciones de la industria aeroespacial y aeronáutica.

La investigación y crecimiento contínuo de este sector, impulsa de forma constante el desarrollo de elementos estructurales del más alto rendimiento. Es aquí donde los materiales compuestos toman protagonismo gracias a su  gran capacidad de resistencia, rigidez y tenacidad respecto a su baja densidad, así como baja transmisión térmica. 

Otra gran ventaja de los composites, es que se pueden adoptar formas mucho más complejas, en comparación por ejemplo con los materiales metálicos, lo que va a permitir reducir el número de piezas necesarias para completar cualquier diseño, y además va a aportar una mayor seguridad, ya que al reducir el número de piezas, reducimos al mismo tiempo el número de juntas y remaches, los cuales suelen ser los puntos más débiles de cualquier desarrollo de este tipo.